Contraria a la idea que algunos viajeros tienen del Caribe, con playas masificadas en donde los grandes complejos hoteleros dominan las costas. Existe un Caribe, donde todavía es posible encontrarnos con playas de arena blanca, lagunas de ensueño y hoteles exclusivos que se convierten en el refugio perfecto de una idílica estancia en playa.
La Isla de Santa Lucia, es una pequeña isla bañada por el mar Caribe, de origen volcánico, que destaca por la singularidad que sus montañas icono más representativo del paisaje de la isla.
Este pequeño país, vecino de las Islas Martinica, Dominica y Guadalupe, independiente desde 1979, todavía conserva la influencia colonial europea, presente en sus costumbres, como conducir por la izquierda o en los nombres de pequeñas poblaciones, como Castries o Vieux Fort entre otras.
Para los viajeros que quieran conocer Santa Lucia, les sugerimos alquilar un coche para recorrer la Isla, y descubrir pequeñas aldeas situadas en la costa, como el pequeño pueblo de Anse La Raye, con su espectacular playa salvaje, que además cuenta con un pequeño mercadillo callejero los domingos por la mañana. También es interesante acercarse a la pequeña bahía Marigot al atardecer, que aunque no cuenta con playa, si cuenta con gran cantidad de pequeños restaurantes, donde podremos degustar típicos platos locales con pescado fresco y cerveza local, siendo la más famosa la Piton beer.
Todo el entorno de la pequeña aldea de Soufriere, nos ofrecerá las mejores vistas de las icónicas Montañas Piton y desde allí, también tendremos opción de visitar uno de los pocos volcanes del mundo, al que se puede llegar en coche y donde podremos observar sus espectaculares manantiales de azufre todavía activos.
La Isla de Santa Lucía, también es un paraíso para los viajeros amantes del snorkeling y el buceo, que destaca por maravilloso lugares de inmersión como “el agujero del diablo”, “Keyhole Pinnacles”, o “la escalera”.
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