Ubicada al pie del Atlas, Marrakech posee un fascinante pasado, lleno de avatares históricos desde su creación como ciudad en 1062. Franceses, portugueses y españoles, ambicionaron al control de sus riquezas naturales y su privilegiada situación de puerta de África. Viajeros de todas partes del mundo se ven atraídos por los encantos de esta exótica y sorprendente ciudad llena de contrastes, comenzando por su curiosa distribución, la ciudad de Marrakech está divida en dos partes: La medina o ciudad vieja y la ciudad nueva, que se encuentra fuera las murallas, construida por los franceses en los años del dominio colonial y en continua expansión.
Nuestra propuesta para aquellos que quieren disfrutar de una escapada de fin de semana por Marrakech comienza por el alojamiento. Para viajeros que quieren sentir y vivir un alojamiento con encanto, les recomendamos un Riad, residencias tradicionales, con una privilegiada ubicación en la ciudad antigua, convertidos en pequeños hoteles urbanos, donde la esmerada atención al viajero está en cada rincón de las habitaciones.
Pasear por la bulliciosa y animada plaza Jamaa el Fna, perderse en un divertido regateo en cualquiera de los puestos callejeros del zoco, contemplar la mezquita Koutoubia, visitar las tumbas saadies, disfrutar de los aromáticos jardines de la Menara, asombrarse con los mosaicos y la arquitectura del palacio de la Bahía o pasear en calesa por el palmeral son algunas de las muchas experiencias que aconsejamos no perderse en un viaje de escapada por Marrakech.
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